Iglesias: “Para tener una sociedad fuerte, es necesario un Estado fuerte”

El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, inauguró el I Encuentro Iberoamericano sobre Transparencia y Corrupción: “La corrupción como obstáculo para el desarrollo”, organizado por la Fundación Ortega y Gasset y Transparencia Internacional, en Madrid, España.

El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, inauguró el I Encuentro Iberoamericano sobre Transparencia y Corrupción: “La corrupción como obstáculo para el desarrollo”, organizado por la Fundación Ortega y Gasset y Transparencia Internacional, en Madrid, España.

Durante su presentación, Enrique V. Iglesias señaló que “la falta de transparencia es un tema de creciente interés” en todo el mundo, debido a que “las sociedades son cada vez más complejas”, y en ellas aparecen “nuevos mecanismos que estimulan la falta de transparencia”.

Iglesias, que estuvo acompañado en la sesión inaugural por la consejera de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, el presidente de la Fundación Ortega y Gasset, Antonio Garrigues WalKer, y el presidente de Transparencia Internacional  en España, Jesús Lizcano; afirmó que el fenómeno de la globalización ha traído consigo “nuevas formas de corrupción”, aunque resaltó que “las sociedades se están volviendo menos tolerantes”. Según el Secretario General Iberoamericano, la falta de transparencia y el aumento de la corrupción “recortan las posibilidades de desarrollo de los países”.

La corrupción en Iberoamérica

En su intervención, Enrique V. Iglesias destacó las implicaciones de la corrupción más visibles en Iberoamérica, haciendo especial énfasis en “la disminución de la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y privadas”. En su opinión, esto genera “nuevas formas de aplicar la autoridad, una ‘democracia en la calle’ que erosiona los criterios de autoridad de las instituciones”.

Asimismo, afirmó que la corrupción y la falta de transparencia en la región “acaba con el Estado de derecho”, además de eliminar “la credibilidad de los gobiernos y la legitimidad de la democracia” para los ciudadanos.

“La corrupción consigue que los gobiernos no puedan llevar a cabo políticas sociales efectivas”, lo que, en sus palabras, trae consigo “la frustración de la sociedad”, y limita “el acceso de muchos ciudadanos a las redes de distribución”, lo que se traduce en pobreza.

Para el Secretario General Iberoamericano, el aumento de la corrupción “hace ineficaz las políticas de cooperación y desarrollo”, sobre todo porque “crea cansancio en los países donantes”, y añadió que “la cooperación internacional está en crisis”, pero no por falta de solidaridad “sino por la convicción de la mala utilización de los recursos”.

En este sentido, recalcó la importancia de “desarrollar un compromiso ético en la región”, porque “se ha debilitado la relación entre la ética y el comportamiento de los mercados”. En América Latina hay “sed de ética”, afirmó Enrique V. Iglesias.

“Debe existir una mayor conciencia de responsabilidad en los cuadros políticos”, para aumentar “la capacidad de interlocución de la sociedad”, ya que, según Iglesias, “para tener una sociedad civil fuerte, es necesario un Estado fuerte”.

Servicio civil profesional  

Ante un público formado por estudiantes, periodistas y representantes de distintas organizaciones, Iglesias apeló a la necesidad de una “reforma del Estado” en América Latina, con el objetivo de “crear un Estado diferente para afrontar los problemas”, haciendo énfasis en la importancia de “constituir un servicio civil profesional” en toda la región.

“Un servicio civil con autonomía y sentido del deber que sirva de freno a la arbitrariedad y la ilegalidad” que, dijo, ayudará a “consolidar la democracia y a fortalecer las instituciones”. Según Iglesias, esto ayudaría a “generar confianza entre la población y aumentar la transparencia pública en toda la región”.

El Secretario General Iberoamericano señaló que en Latinoamérica, los países con “mayor institucionalidad”, son aquellos que tienen un servicio civil de carrera. “El servicio civil es un gran desafío pero aún está muy débil en la región”, concluyó.

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