Para dar cumplimiento al acuerdo firmado por los Jefes de Estado y de Gobierno en la XXIII Cumbre Iberoamericana (Panamá 2013), la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), convocó a una reunión de trabajo en Madrid el 28 y 29 de mayo de 2014, en la que participaron los directores de Academias Diplomáticas de varios países iberoamericanos.
Estuvieron presentes los Embajadores Juan Valle Raleigh, de Argentina; Gonçalo de Barros Carvalho e Mello, de Brasil; Isabel Allende Karam, de Cuba; José Luis de la Peña, de España; Alfonso de Maria y Campos Castelló, de México; y Liliana de Olarte de Torres-Muga, de Perú. Por la SEGIB, Leonor Esguerra Portocarrero y Enrique Vargas, Directora y Subdirector de Cultura. También asistieron Jorge Delkader de la OEI; Itziar Taboada, Directora de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID; el Embajador José Luis Martínez Hernández, Director General de Asuntos Internacionales de Conaculta (México); Carlos Esplugues Mota, Presidente de la Asociación Española de profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (AEPDIRI) y Germán Rey (Colombia), Asesor académico del Encuentro (SEGIB). La Secretaría General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, acompañó a los asistentes en una cena de trabajo.
Durante la reunión, se trató de articular esfuerzos de diplomacia cultural para ampliar y profundizar la comprensión de la diversidad cultural, de los derechos culturales y de la relación de la cultura y la economía desde un enfoque intercultural, así como promover procesos de formación de capacidades y fortalecimiento institucional en el diseño y desarrollo de la acción cultural en el exterior. Asimismo, pensar la formación desde la perspectiva de la transformación de la comprensión de la cultura, que ha pasado de un concepto de cultura identificado sobre todo con las bellas artes o las humanidades, es decir, de una acepción fundamentalmente artística de la cultura, a una comprensión mucho más amplia, que además ha sido recogida en documentos básicos como Mundiacult, la Reunión de Estocolmo, o en Convenciones como la de protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales (2005) en la que se vincula a la cultura con la diversidad cultural, las políticas del desarrollo, la cohesión social, las industrias culturales y la interculturalidad, entre otros temas centrales. Adoptar uno u otro concepto de la cultura tiene influencia en el perfil de la diplomacia cultural y en los contenidos de su formación.
Se destacó la importancia de la formación cultural de los diplomáticos, ya sea que su trabajo se desarrolle en otros campos estratégicos para la política exterior de los países, ya sea que específicamente estén dedicados a actividades culturales dentro de las representaciones diplomáticas.
Los países de Iberoamérica cuentan con la invaluable existencia de una Carta Cultural que es ya un acuerdo básico de valores, rasgos, dimensiones y desafíos comunes. Asentada en una concepción de los derechos culturales, la Carta Cultural Iberoamericana entiende que integrar no es asimilar, sino por el contrario reconocer, comprender, intercambiar y articular un sistema de diversidad. Es decisivo enfatizar en la importancia de los sincretismos, las hibridaciones y mestizajes en la conformación de la cultura y por otra parte subrayar la importancia del compartir para eludir una visión de integración que supere la idea de a aculturación unilateral.
La reunión de trabajo finalizó con la invitación al Encuentro de las Academias Diplomáticas que se llevará a cabo en el mes de Octubre en Ciudad de México como parte de la celebración de la XXIV Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado que se celebra en la ciudad de Veracruz en México. En dicha reunión se presentarán los avances de lo recomendado en este taller.
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