Dentro de la programación que la Embajada de México en España está llevando a cabo para conmemorar el bicentenario de su independencia, se celebró en la SEGIB el martes, 28 de septiembre, un interesante coloquio en el intervinieron los historiadores Jaime del Arenal y Tomás Pérez Vejo. Actuó como moderador el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, y la embajada de México estuvo representada por la Ministra Consejera, Alicia Buenrostro.
Los mensajes más relevantes del coloquio se centraron en torno al gran avance que se ha producido en los últimos años en el análisis y la interpretación de la historia de México, lo que ha hecho que cambie la visión uniforme que de alguna manera había sido impuesta en el pasado por imperativos políticos. Ahora, sin embargo, la historia es escrita por académicos independientes, asumiendo las más diversas perspectivas. Hay nuevos modos de explicar los acontecimientos ocurridos sobre todo entre 1808 y 1821: en esa época no existía todavía México propiamente dicho, puesto que el virreinato de Nueva España seguía vigente, aunque en vías de descomposición. La formación del estado mexicano fue un esfuerzo enorme para que México fuera la capital del estado que venía a sustituir al virreinato y esto, como un complejo proceso de integración y definición, no como un calco de la antigua estructura.
En su comentario de cierre, Iglesias destacó el hecho de que 200 años es un periodo corto en términos históricos y que todas las repúblicas americanas son muy jóvenes. Durante este periodo la evolución del mundo en su conjunto ha tenido procesos convulsos y confusos. “Se rompieron los órdenes antiguos y todavía hoy seguimos perfeccionando las cosas, tenemos un futuro apasionante por delante”, concluyó.
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