XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y Caribe

El pasado 18 de octubre se clausuró, en Santo Domingo, la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y Caribe, tras cuatro días de debates. La reunión intergubernamental, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de la República Dominicana contó con la participación de las autoridades de igualdad de los países, funcionarios de organismos internacionales, especialistas, representantes de la sociedad civil y del sector empresarial de la región.

El pasado 18 de octubre se clausuró, en Santo Domingo, la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y Caribe, tras cuatro días de debates. 

La reunión intergubernamental, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de la República Dominicana contó con la participación de las autoridades de igualdad de los países, funcionarios de organismos internacionales, especialistas, representantes de la sociedad civil y del sector empresarial de la región. 

La Conferencia centró el debate en la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Como elemento dinamizador, la CEPAL presentó el documento Mujeres en la economía digital: superar el umbral de la desigualdad. 

En la sesión inaugural participaron el Presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, la Directora Ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU- Mujeres), Phumzile Mlambo-Ngcuka, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, la Ministra de la Secretaría de Políticas para las Mujeres de Brasil, Eleonora Menicucci y Alejandrina Germán, Ministra de la Mujer de República Dominicana. 

El Presidente Danilo Medina advirtió que las mujeres dominicanas «enfrentan múltiples retos interconectados y en la base de ellos se encuentra la misma cuestión: la falta de independencia económica, que se agrava con la falta de independencia física y política». 

Por su parte, Alicia Bárcena, dijo que «la Conferencia Regional sobre la Mujer se ha constituido en el foro político sobre la igualdad de la mujer más importante de América Latina y Caribe». 

Asimismo, Phumzile Mlambo-Ngcuka, dijo que el acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías de la información es indispensable, ya que estimulan el ingreso, la independencia y la autoestima de las féminas. 

El programa incluía mesas redondas, paneles y eventos paralelos (organizados por otras agencias de las Naciones Unidas y organismos de la sociedad civil) donde se abordaron los vínculos entre desarrollo productivo e igualdad, las políticas de acceso a las TIC, el aporte de estas tecnologías a la salud de las mujeres, la situación de las mujeres en las empresas y en la ciencia y la generación de estadísticas e indicadores específicos, entre otros temas. Asimismo se abordó la situación de las mujeres rurales e indígenas en el ámbito de las TIC. 

El documento Mujeres indígenas en América Latina. Dinámicas demográficas y sociales en el marco de los derechos humanos fue presentado durante la Conferencia. Analiza la situación de las mujeres indígenas en nueve países: Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay. La publicación advierte sobre la existencia de profundas desigualdades que afectan a las más de 23 millones de personas que pertenecen a este grupo e insta a los países de la región a avanzar en la protección de los derechos de las mujeres indígenas. 

En la jornada del jueves 17, y en el marco de la mesa redonda Beijing+20: perspectivas y desafíos, representantes de gobierno, expertas y activistas, en el marco de la agenda de desarrollo post 2015, analizaron la situación de las mujeres de la región a casi 20 años de la realización de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China, en 1995. 

Finalmente el viernes, se aprobó el Consenso de Santo Domingo, documento que marcará la agenda de la igualdad de género en la región durante los próximos años, al igual que lo hicieron las declaraciones de las anteriores conferencias regionales realizadas Brasilia (2010) y Quito (2007).  

Los representantes de los Estados miembros y asociados de la CEPAL que participaron en la se comprometieron a trabajar para que la sociedad de la información y del conocimiento fomente la autonomía económica de las mujeres y su plena participación, en condiciones de igualdad, en todas las esferas de la sociedad y en todos los procesos de toma de decisiones.  

Además de ratificar los compromisos asumidos por los países en diversos acuerdos internacionales, los países acordaron «diseñar acciones para la construcción de una nueva cultura tecnológica, científica y digital orientada a las niñas y las mujeres» y «potenciar la inclusión de la perspectiva de género como eje transversal de las políticas públicas de desarrollo productivo». 

En el Consenso se acuerda promover el acceso de las mujeres al empleo, redistribuyendo las tareas de cuidado entre el Estado, el mercado y la sociedad y facilitando la capacitación y el uso de la tecnología, el autoempleo y la creación de empresas en el sector científico-tecnológico. También buscan aumentar la proporción de mujeres en áreas en que se encuentran infrarrepresentadas, como los ámbitos académico, científico, tecnológico y de las TIC. 

Los representantes de los países reconocieron la importancia del trabajo doméstico no remunerado, planteando la necesidad de realizar cuentas satélites de trabajo no remunerado en el sistema de cuentas nacionales para mejorar las políticas de igualdad.

Se acordó, asimismo, tomar medidas que permitan el acceso de las mujeres a servicios financieros formales, como el ahorro, el crédito, los seguros y las transferencias, sin ningún tipo de barrera por discriminación y en condiciones de igualdad.  

Antes del arranque de la Conferencia se celebró la XXI Reunión de los organismos especializados y otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas sobre el adelanto de las mujeres en América Latina y el Caribe, en la que participó la Secretaría General Iberoamericana. Asimismo se aprovechó la ocasión para reunir a las organizaciones socias del Observatorio para la Igualdad de Género, entre las que figura la SEGIB con el objetivo de analizar la situación financiera y de sostenibilidad del mismo.

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