El Tercer Encuentro Iberoamericano de Diplomacia Cultural se llevó a cabo el 12 de abril, en la ciudad de Panamá, en el Marco de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados y de Gobierno. El seminario contó con la participación de representantes de academias, escuelas e institutos diplomáticos de Iberoamérica, así como representantes de los ministerios de cultura.
La jornada permitió avanzar en la propuesta estratégica que coadyuven a mejorar los esfuerzos que diversas instituciones realizan en el campo de la Diplomacia Cultural en Iberoamérica.
El acto inaugural estuvo a cargo del Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, y el Viceministro Encargado de Relaciones Exteriores y Coordinador Nacional de la Cumbre Iberoamericana de la Cancillería, Tomás Guardia.
Durante el encuentro, los participantes señalaron:
- La cultura tiene un gran significado en las relaciones internacionales de los países, especialmente, por su capacidad de contribuir a la paz, la democracia, el desarrollo, la interculturalidad y la promoción de la diversidad.
- Que la cultura ha ampliado notablemente su conceptualización, como sus campos de aplicación en temas como la economía creativa, los derechos culturales, la comunicación o la apropiación de tecnologías.
- Que cada vez es más relevante la intersectorialidad de la cultura, es decir, sus relaciones con las problemáticas del medio ambiente, la educación, la economía o el desarrollo humano sostenible.
- Que frente a ese escenario la diplomacia cultural se pregunta cómo nos queremos mostrar, a quiénes y cómo.
- La Diplomacia Cultural articula los procesos culturales con procesos políticos fundamentales como el proyecto de país o su modelo de desarrollo y a la vez, está profundamente unida con la política exterior de los países.
- Hoy existen nuevos actores de las relaciones internacionales de los países como son las diferentes redes, gremios, ciudades, regiones, organizaciones de creadores, instituciones empresariales, entre otros, que participan activa y creativamente en el escenario internacional.
Una de las guías de la Diplomacia Cultural en Iberoamérica es la Carta Cultural Iberoamericana y uno de sus retos es contribuir a la creación del espacio cultural iberoamericano entendido “como un espacio cultural dinámico y singular: en él se reconoce una notable profundidad histórica, una pluralidad de orígenes y variadas manifestaciones”.
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