Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe

El 12 de agosto de 2013 se inició en la ciudad de Montevideo la “Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe”, organizada por la CEPAL y el Gobierno del Uruguay, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

El 12 de agosto de 2013 se inició en la ciudad de Montevideo la “Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe”, organizada por la CEPAL y el Gobierno del Uruguay, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En la misma se debatieron los asuntos prioritarios para una agenda regional de población y desarrollo post 2014.

En el acto de apertura participaron el Presidente de Uruguay, José Mujica, el Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, el Director Ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin, y el Secretario General Iberoamericano (SEGIB), Enrique V. Iglesias.

Existió unanimidad de opinión en cuanto a reconocer lo mucho que América Latina ha avanzado en temas de igualdad, ciudadanía y sociedad de bienestar. En tal sentido, existe una agenda de derechos para los ciudadanos que conjuga la demanda de todos los grupos sociales. Sin embargo, se consideró estar muy lejos de cumplir algunos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), principalmente los relacionados con la meta de igualdad de género, mortalidad materna y protección a los derechos de salud y reproductivos universales. Por ello se destacó el papel innovador del Uruguay en temas tales como el enfoque de género y generacional, la lucha contra el racismo y la discriminación, el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos y el acceso universal en este ámbito.

Con relación al crecimiento, se enfatizó el rol que cumplen los jóvenes. Debería ser una prioridad el invertir en programas que mejoren el acceso de los jóvenes al trabajo decente, a la educación, a los servicios de salud, ya que ello se contribuiría a romper el ciclo de la pobreza y fortalecerá a las familias, comunidades y naciones.

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