Con una alta representación del circuito de la Confederación Nacional de Industrias, CNI-SENAI-SESI-IEL, que aglutina al sector industrial de Brasil y sus servicios de formación y educación de trabajadores de la industria brasileña, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, presidió una mesa redonda coloquio con una ponencia sobre la importancia de la circulación de los talentos a nivel internacional y especialmente en Iberoamérica.
Iglesias destacó la importancia de este tema en la SEGIB y la necesidad de acompañar el auge económico de varios países de América latina con la necesidad de empleo de trabajadores altamente cualificados de España y Portugal. La ocasión fue oportuna para mencionar una próxima realización de un seminario en Madrid sobre el tema en coordinación con la OIM, extendiendo la invitación a los miembros directivos de la CNI para participar.
En la mesa, Enrique V. Iglesias estuvo acompañado por el Ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rabelo, quien destacó la utilidad para el país de los Programas de colaboración en los temas deportivos, relacionados con la realización de los juegos Olímpicos en 2016 y la Copa Mundial de Fútbol en 2014. De otra parte, le secundaban Rafael Luchessi, Director General del SENAI y Director de Educación y Tecnología de la CNI, y Sergio Moreira, Director Adjunto del SENAI y Director Adjunto de Educación y Tecnología de la CNI.
Posteriormente, se inició una ronda de intercambio con los representantes de las distintas organizaciones industriales, donde los principales temas destacados fueron el programa Ciencia Sin Fronteras, que prepara a 75 mil graduados fuera de Brasil, muchos de ellos en España y Portugal, la necesidad de la mejora en la competitividad de la mano de obra en América latina, las dificultades o apagones de mano de obra en sectores bien detectados en el país (ingenieros y jefes intermedios), y la escasez en pedagogía, salud y seguridad laboral.
El concepto más destacado fue el de vincular la innovación a la formación de mano de obra calificada que, sin duda, debería provenir desde el exterior, destacándose la necesidad de articular con varias instancias del gobierno del país para facilitar el acceso a profesionales y talentos del mundo entero, de forma de aumentar la productividad del trabajo en América latina.
Fue una ocasión ideal para tomar en cuenta el tratamiento de este tema en las fuerzas industriales de la enorme estructura económica del Brasil, sector clave para el desarrollo social y económico.
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