En el marco del Programa Diplomático de Alto Nivel que organizan conjuntamente la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), se inauguró el lunes, 19 de marzo, el curso “Globalización, ciudadanía y diplomacia” en el Anfiteatro del Instituto Artigas del Servicio Exterior en Montevideo, Uruguay. Este curso es el cuarto en su género y se desarrolla entre los días 19 y 23 de marzo de 2012.
El acto inaugural contó con la presencia del Canciller de Uruguay, Luis Almagro; el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias; el Vicesecretario General de la ONU y Director de la Oficina del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz; el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y la Embajadora de España en Uruguay, Aurora Díaz-Rato.
El Canciller Almagro destacó la importancia que reviste para el Uruguay ser sede de tan prestigioso curso y se refirió a aspectos claves de la función diplomática en estos tiempos de globalización y acelerado cambio en el mundo. Destacó que esta realidad determina la necesidad permanente de capacitación y adaptación de los servicios diplomáticos, que son quienes tienen a su cargo la labor de ejecutar las políticas exteriores de los países que elaboran las Cancillerías, para lo cual el curso que se inaugura posee alta relevancia.
Durante el acto, Enrique V Iglesias explicó que el conjunto del programa, como los cursos de Madrid y Montevideo, parten del reconocimiento de la creciente importancia de las dinámicas globales y transnacionales de la gobernabilidad. Esas dinámicas afectan de diversas formas a las capacidades del Estado para el cumplimiento de sus funciones en la provisión de seguridad, bienestar económico, cohesión social, preservación del medio ambiente, y en general para la gobernanza democrática, así como el mayor peso de los nuevos actores internacionales exigen a los Estados una mayor implicación en la gestión colectiva de las interdependencias y riesgos globales, e introducen una creciente demanda por generar políticas públicas globales. En conjunto, éstas pueden ir construyendo una red dinámica de gobernabilidad global que coexiste con la autoridad de los Estados y el poder del resto de los actores.
En este contexto, los ministerios de relaciones exteriores, la política exterior, y en particular la diplomacia, la negociación y el derecho internacional están adquiriendo una relevancia creciente. Se configuran como instrumentos y actores para articular las políticas públicas internas con la acción exterior del Estado; para movilizar la acción colectiva internacional y la adecuada provisión de bienes públicos globales o regionales; para canalizar la actuación de los actores estatales y no estatales a favor de una actuación multilateral eficaz.
Ver todos los temas