Grynspan destaca «emergencia del Sur y fuerza de la Comunidad Iberoamericana»

La Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, destacó la «emergencia del Sur» y la fuerza de esa Comunidad de 22 naciones, que calificó de «zona de paz y esperanza» en el nuevo orden mundial, en un desayuno de trabajo preparatorio de la Cumbre de Veracruz del 8 y 9 de diciembre, que tuvo lugar el 25 de septiembre con los cancilleres iberoamericanos en la sede de Naciones Unidas.

La Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, destacó la «emergencia del Sur» y la fuerza de esa Comunidad de 22 naciones, que calificó de «zona de paz y esperanza» en el nuevo orden mundial, en un desayuno de trabajo preparatorio de la Cumbre de Veracruz del 8 y 9 de diciembre, que tuvo lugar el 25 de septiembre con los cancilleres iberoamericanos en la sede de Naciones Unidas.

Durante la reunión, se aceptó la oferta de Colombia para ser sede de la próxima Cumbre Iberoamericana, en 2016. Este país ya fue sede de la IV Cumbre Iberoamericana, celebrada en 1994 en Cartagena de Indias.

Se inaugurará así la alternancia bienal con la Cumbre UE-América Latina y Caribe de 2015 en Bruselas.

La reunión se desarrolló con el «espíritu muy constructivo con el que estamos construyendo esta nueva etapa de la Comunidad Iberoamericana», dijo Grynspan.

En ese sentido, señaló que tiene el respaldo político y espera también que el financiero, a sus propuestas de fomentar la movilidad de profesores y estudiantes, así como de prácticas de inserción laboral, en lo que ya se conoce como el «Erasmus» iberoamericano, para responder a las aspiraciones que demanda la población joven.

Esas prácticas de movilidad geográfica, en su opinión «no tienen que ser centralizadas», e informó de que el Banco de Santander ya ha dado su apoyo a la convocatoria de 40.000 becas en el plazo de cuatro años y su objetivo es llegar hasta 200.000 en 2020.

La Cumbre de Veracruz tiene como lema «Iberoamérica en el siglo XXI: Educación, Innovación y Cultura», tres prioridades que son para SEGIB «una inversión de futuro para la región» y para las que presentará programas concretos en la cita de México.

Grynspan apuntó también que la renovación de ese espacio de países de ambos lados del Atlántico incluye el objetivo de transformación desde las cumbres, que nacieron en 1991, a la Conferencia Iberoamericana y ahora la Comunidad Iberoamericana.

Por su parte, el Canciller mexicano, José Antonio Meade, que presidió la reunión, dijo que «todos los países estarán presentes» en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz y estimó que ese encuentro de jefes de Estado y de Gobierno, acapara «gran interés» y es un foro con «una gran vigencia».

Un grupo de expertos de relieve, junto a la SEGIB, dijo, prepararán programas de fomento e intercambio que impulsen la movilidad estudiantil y los encuentros entre jóvenes.

Los cancilleres del organismo aprobaron «una serie de reformas administrativas y financieras» que serán sometidas a la consideración de los jefes de Estado y de Gobierno en Veracruz, según un comunicado de la Cancillería mexicana.

Entre las iniciativas de reforma presentadas hoy figura un nuevo despliegue de las oficinas subregionales, la integración de estrategias de los distintos organismos iberoamericanos con la creación de un Comité de Dirección Estratégica donde se coordinen los secretarios generales de los organismos, y un nuevo reparto de cuotas, según fuentes diplomáticas.

Meade presentó un panorama general de los preparativos de la Cumbre de Veracruz que tendrá «un formato más dinámico, que permita un diálogo más fluido y constructivo entre los mandatarios, con el objeto de adoptar resultados concretos»

Coincidió asimismo en destacar que en el convulso mundo actual, «una comunidad de naciones tan importante, como es la iberoamericana vive en paz».

La reunión de cancilleres se desarrolló en paralelo a los debates de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde participan líderes de 193 países, y que este año esta marcada por la acumulación de conflictos en el mundo.

En esta semana de debates han sido muchos los dirigentes de países emergentes -entre ellos los latinoamericanos- que han reclamado una reforma de Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad para adaptarlo al nuevo orden geopolítico internacional.

«Comparto que es urgente que el sistema constituido tras la II Guerra Mundial tiene que adaptarse a los nuevos tiempos» y compartir las cuotas de poder con los nuevos actores internacionales, apuntó Grynspan.

América Latina, dijo, es «una zona de paz y esperanza, no libre de retos, pero con grandes posibilidades de construir esta plataforma» (iberoamericana). 

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