El ex presidente de Colombia Ernesto Samper visitó México la última semana de mayo para hablar sobre la lucha contra las drogas y sobre los retos de América Latina en el mundo de la globalización. Samper participó en varios actos organizados por la Secretaría General Iberoamericana, representada por el Director de la Oficina de la SEGIB en México, Manuel Guedán.
Samper intervino en el debate “Los Retos de América Latina y el Caribe frente a la Globalización”, celebrado en la Biblioteca Palafoxiana de la Ciudad de Puebla, y que contó con la colaboración de la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes Poblanos y el Colegio de Puebla.
Ernesto Samper mencionó los diferentes esquemas de integración que ha tenido América Latina y el Caribe y destacó la actual Alianza del Pacífico, que está integrada por Colombia, Perú, Chile y México. Al respecto, argumentó que existen ciertos inconvenientes a la hora de establecer Tratados de Libre Comercio debido a que dejan fuera temas fundamentales como los subsidios agrícolas y el libre tránsito de personas.
Asimismo, indicó que los principales desafíos para los países latinoamericanos son la competitividad y gobernabilidad. La primera porque no hay infraestructura para la producción y, por lo tanto, no hay innovación ni competitividad; la segunda tiene que ver con la legitimidad de los Gobiernos.
Para Samper, “en América Latina y el Caribe persisten brechas enormes en desigualdad y ésta sigue incrementándose debido a los esquemas actuales de empleo”.
En la Ciudad de México, el ex presidente colombiano presentó su último libro, titulado “Drogas, prohibición o legalización. Una nueva propuesta” en un acto en el que se dieron cita miembros del cuerpo diplomático, personalidades del ámbito empresarial, académico y funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Durante su intervención, Samper señaló que el debate para Colombia sobre la legalización internacional de las drogas no es sólo un tema de política criminal. En los últimos 40 años, las instituciones, la economía y las bases sociales del país han sido minadas por el avance del narcotráfico, que hoy se puede seguir considerando el mayor factor de perturbación nacional.
Valiéndose de datos históricos y recientes, el ex mandatario colombiano hizo un análisis en términos de conductas, instancias médicas, legales, culturales y jurídicas hasta concluir que sería útil la “descriminalización” en el uso de la marihuana sin dejar de lado su regulación, con el objetivo de erradicar el narcotráfico y, por ende, el crimen organizado.
Samper mostró también el panorama de la situación de los Estados y los ciudadanos ante el “factor droga” en la historia reciente: desde el tráfico y consumo de la marihuana, las redes vinculantes de los distintos tipos de drogas ilícitas, la violencia y criminalidad alrededor de este fenómeno, los costos económicos del combate y su institucionalización, el consumo de estupefacientes como un problema de salud pública, las experiencias de leyes tolerantes en algunos países, la prohibición de las drogas en Estados Unidos y su doble moral hacía el exterior e interior.
Reiteró, asimismo, que una vía para el combate de drogas es una política de Estado que controle y regule el consumo, sin caer en la prohibición o en la legalización.
Por último, mencionó que así como el Estado interviene en el control del tabaco y el alcohol, debería regular ciertas sustancias como la marihuana para ejercer un control social.
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