El VII Encuentro Empresarial Iberoamericano empieza sus debates

Con presencia del Vicepresidente de la República de Paraguay, Federico Franco, fue inaugurado el jueves, día 27, en Asunción el VII Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebra, como todos los años, la víspera de la Cumbre que reúne a los Jefes de Estado y de Gobierno de…

Con presencia del Vicepresidente de la República de Paraguay, Federico Franco, fue inaugurado el jueves, día 27, en Asunción el VII Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebra, como todos los años, la víspera de la Cumbre que reúne a los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica.

El acto, al que asistieron más de un centenar de empresarios de los 22 países, empezó con un saludo del presidente de la Unión Industrial Paraguaya, Gustavo Volpe, quien destacó la importancia de este foro para estimular las relaciones económicas y comerciales entre los países de la Comunidad Iberoamericana.

Por su parte, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, destacó los cuatro grandes desafíos que, a su juicio, tiene por delante América Latina: la coyuntura económica internacional y su impacto en la región; las necesidades de mejorar las infraestructuras en muchos de los países; la relación económica con China y, en fin, la importancia de aumentar la competitividad en el marco de una reforma fiscal ambiciosa.

Iglesias se felicitó por el acuerdo alcanzado la víspera por los países de la Unión Europea en Bruselas, acuerdo que calificó como “un paso en la buena dirección” para devolver estabilidad a ls mercados.

El Vicepresidente paraguayo se refirió a la Cumbre como “una buena oportunidad para poner en la vidriera a Paraguay”, ofreció a los inversores un país con la mayor producción de energía eléctrica limpia del mundo y destacó su estabilidad política y económica.

Finalmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Portugal, Pablo Portas, insistió durante su intervención en lo prioritario que es para su país la relación con América Latina, defendió la capacidad de su país para “honrar sus compromisos” y repagar su deuda, y alabó la fortaleza de las dos grandes lenguas iberoamericanas, el español y el portugués, cada vez “màs competitivas –dijo– en este mundo globalizado”. 

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