El máximo representante de la ONU en Haití, Edmond Mulet, se reunió el día 19 con el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, y otros representantes de las partes comprometidas en el proceso de reconstrucción del país caribeño devastado por el terremoto que se produjo el 12 de enero.
Mulet trasladó su información sobre el terreno a un grupo de trabajo reunido en la Secretaría General Iberoamericana y en que se encontraban, además de Iglesias, la embajadora de España en Misión Especial para Haití, Cristina Barrios; la directora general de Cooperación América Latina y el Caribe de la AECID, Julia Olmo; el embajador de Brasil, Paulo de Oliveira Campos; el director de la OEA, Mariano Jabonero, y otros altos cargos de la SEGIB.
Todos los intervinientes compartieron sus experiencias y estudiaron el orden de prioridades que necesita Haití siguiendo las indicaciones de su Gobierno y trabajando bajo el paraguas de Naciones Unidas.
El representante de la ONU destacó la importancia de dedicar esfuerzos no ya sólo a la capital, Puerto Príncipe, sino también a la zona de la frontera entre Haití y la República Dominicana. El grupo de trabajo entendió la urgencia de apoyar los recursos del propio Estado haitiano, que ha perdido su estructura básica y buena parte de sus mejores funcionarios. También consideraron urgente restablecer el sistema educativo, tanto el escolar como el universitario.
Edmond Mulet, que viajó a Madrid para asistir a una reunión de ministros de Desarrollo de la UE, recordó que la coordinación del esfuerzo por atender las labores de reconstrucción “sigue siendo el gran problema de Haití” y adelantó que para finales de abril o principios de mayo la ONU recogerá el testigo de Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, Enrique V. Iglesias, que recorrió la zona del terremoto los días 6 y 7 de febrero, anunció entonces que Haití será pronto país asociado a la Comunidad Iberoamericana. El Secretario General declaró tras su visita que “esta tragedia puede ser también una esperanza para el país; la esperanza de haber sacudido la solidaridad internacional y la esperanza de reconstruirlo sobre nuevas bases”.
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