Conversatorios Iberoamericanos: Europa en el mundo del G20

Bajo el tema “Europa en el mundo del G20”, se celebraron dos Conversatorios Iberoamericanos con el expresidente del Parlamento Europeo y exministro español, Enrique Barón, que tuvieron lugar los días 20 y 21 de junio en las ciudades de Puebla y México, respectivamente.
Ambos Conversatorios fueron…

Bajo el tema “Europa en el mundo del G20”, se celebraron dos Conversatorios Iberoamericanos con el expresidente del Parlamento Europeo y exministro español, Enrique Barón, que tuvieron lugar los días 20 y 21 de junio en las ciudades de Puebla y México, respectivamente.

Ambos Conversatorios fueron convocados por la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes Poblanos, el Colegio de Puebla, el Instituto Matías Romero, el Instituto de Estudios de la Integración Europea del ITAM, la Oficina de Representación de la SEGIB en México, con la colaboración de FEMSA.

El director de la Oficina de Representación de la SEGIB en México, Manuel Guedán, presentó al conferencista y dio introducción al tema con la conclusión de la séptima Cumbre del G20 en los Cabos, noroeste de México, con el convencimiento de que los esfuerzos de Europa van encaminados hacia la definitiva solución de su crisis y una arquitectura financiera más integrada para enfrentar sus problemas, además de felicitar a la cancillería mexicana por su capacidad de organización para la Cumbre del G20.

Por su parte, Enrique Barón agradeció la invitación a México por parte de los convocantes, y antes de entrar en tema, hizo un homenaje por el reciente fallecimiento del ilustre escritor mexicano Carlos Fuentes.

Al comenzar, Barón destacó que el G20 no es un nuevo orden mundial, sino un exclusivo club creado entre países autoconvocados por autoproclamarse como potencias necesarias para decidir sobre el destino del planeta a partir de su peso político, económico y demográfico.

Barón señaló, que con todo, el G20 no es un nuevo orden mundial, sino un foro de discusión sin base jurídica constituyente ni medios propios. De hecho, los únicos instrumentos operativos de que dispone son las organizaciones especializadas  como el FMI, el Banco Mundial o  la OMC, por lo que solo podrá afianzar su legitimidad en la medida en que se articule con el sistema de las Naciones Unidas. En sus resoluciones, que tienden a emular las del Consejo Europeo tanto por el número de participantes como  por  lo abstruso y genérico, lo  concreto es  asignar  tareas a estas organizaciones.

El expresidente del Parlamento Europeo destacó que hoy el dilema esencial de la Unión Europea consiste en elegir entre romper la unión monetaria o reforzarla con una mayor unión económica y fiscal.  Optar por la segunda solución requiere avanzar en la Unión política, lo cual plantea la salida de la crisis como un desafío democrático. Refirió que la historia enseña que no hay uniones monetarias duraderas sino se traducen en uniones políticas. También que la democracia, creada en la Atenas de hace dos mil quinientos años, es más actual que nunca, lo cual no conlleva  pagar  derechos de autor a sus descendientes por usar palabras griegas para debatir nuestra situación: economía, democracia crisis, y caos.

Enrique Barón finalizó los Conversatorios Iberoamericanos concluyendo con la profética definición del Inca Garcilaso de la Vega tras vivir en los dos hemisferios: “Mundo solo hay uno”.  Ahora está más de moda “la aldea global” de Mc Luhan. Lo que estamos haciendo los europeos con la construcción de la Unión “no es ni más (ni menos) que un estadio intermedio hacia un gobierno mundial” como afirmó Monnet.

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