La Oficina de Representación de la SEGIB en Montevideo organizó el 23 de agosto de 2012, junto a la Embajada de España en Uruguay y al Parlamento del Uruguay, el Coloquio: “Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de Cadiz”, que contó con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
En el acto de apertura, hicieron uso de la palabra el vicepresidente de la República Oriental del Uruguay, Danilo Astori; el secretario general iberoamericano, Enrique V. Iglesias; el encargado de Negocios a.i. de la Embajada de España en Uruguay, Sergio Krsnik Castelló y el profesor emérito de la Universidad Torcuato Di Tella de la República Argentina, Natalio Botana.
El vicepresidente Astori resaltó el espíritu “rupturista hacia pasado e influyente en cuanto al futuro” de la mencionada Carta Magna; a la vez que señaló que en la misma se instauraron una serie de derechos de los que gozamos hasta el presente, tales como: derechos de representación, libertad personal, prensa e imprenta, inviolabilidad del domicilio y garantías en el derecho procesal. Culminó su exposición señalando que “la Constitución de Cádiz marca una influencia notoria en el pensamiento Artiguista, reflejado en la Instrucciones del año XIII, y en la preservación de la libertad”.
El secretario general iberoamericano reflexionó sobre el contexto histórico que circundaba la aprobación de la Constitución de Cádiz (1808-1814), y cómo ésta supuso el primer esfuerzo democrático de la España contemporánea, forjando definitivamente el término “liberal” significando para los españoles dejar de ser súbditos para pasar a ser proclamados “ciudadanos”. Con relación a América, la participación de ilustrados habitantes se produjo desde un inicio, llegando incluso a que algunos diputados viajaran a la península con “instrucciones o representaciones” de sus Cabildos para presentar a las Cortes las reivindicaciones emanadas desde sus territorios.
Por otra parte, Natalio Botana realizó una visión comparativa de lo acontecido a ambos márgenes del Río de la Plata, con especial hincapié en aquellos capítulos que recogieron nociones de soberanía y Nación en un sentido amplio, abarcativo de ciudadanos naturales y a sus descendientes “avecinados” en el lugar; sistema de separación de poderes -con prevalencia del Legislativo sobre el Ejecutivo- y sobre cómo los principios e ideales de la Constitución de Cádiz influyeron en esta región, aún antes de aprobadas las respectivas Constituciones.
A continuación, los expertos constitucionalistas uruguayos Miguel Semino y José Korseniak disertaron sobre las implicancias jurídicas y políticas que la Constitución de Cádiz tuvo en Iberoamérica. En tal sentido, remarcaron su aporte a los Derechos Humanos y a la tolerancia, como también la contribución a la redacción en correcto español de los textos constitucionales.
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