El investigador principal del Real Instituto Elcano sobre América Latina, Carlos Malamud, participó el 19 de marzo en el Coloquio “La relación México-España y la situación de América Latina y el Caribe”, organizado por la Oficina de Representación de la Secretaría General Iberoamericana en México.
Carlos Malamud fue acompañado en la mesa por la Embajadora Yanerit Morgan Sotomayor, Directora General para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores y por Manuel Guedán, Representante de la Secretaría General Iberoamericana para México Cuba y República Dominicana, además de veinte asistentes entre miembros del cuerpo diplomático, personalidades del ámbito académico, empresarial y funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En la introducción, Manuel Guedán habló sobre los caminos en la profundización de las relaciones de México con España y de España con México. Un camino que tiene entre sus antecedentes la iniciativa de México para la primera Cumbre Iberoamericana.
Según Guedan, la razón de ser de Iberoamérica ha permitido a cada país buscar sus pertenencias al reconocer su identidad. México, país norteamericano, se acerca a España buscando su identidad, ya que son identidades complementarias mutuas; a su vez, España al estar en Europa también busca su identidad al acercarse a México.
Asimismo, comentó que las pertenencias culturales, las migraciones, las relaciones empresariales-económicas y académicas han configurado la vida iberoamericana; por ello, el reto es que España y México pueden proyectar lo iberoamericano en el mundo, porque son sus máximos representantes.
Por su parte, Carlos Malamud señaló que el Real Instituto Elcano busca realizar un estudio de las relaciones bilaterales de España con México, relaciones que han sido pasionales y de amor-odio debido a las cuestiones históricas. De ahí las dificultades para su estudio, relaciones que deben incluir no sólo lo diplomático, las inversiones; sino los intercambios de todo tipo, población, defensa, seguridad, educación, tecnología, todo.
También hizo mención de la doble pertenecía española; por un lado la europea que le ha permitido tener una presencia mundial y por otro lado, su pertenecía iberoamericana, que le permite reforzar su presencia en Latinoamérica. Al respecto, señaló que si bien es verdad que España tiene buenas relaciones con todos en la región, con México tienen su propia dinámica por lo que le da un valor y una consideración especial.
Acto seguido, lanzó una pregunta: ¿qué pueden hacer México y España en el futuro?
Dijo que una muestra del trabajo conjunto fue la Cumbre iberoamericana. Sin embargo, señaló que el éxito inicial de las cumbres no puede entenderse sin la caída del muro de Berlín; el hecho de que las Cumbres fueran un ejercicio inédito de multilateralismo, en una región no acostumbrada a ello; y, por la inclusión y el papel jugado por Cuba al participar en las Cumbres. De ahí la relevancia jugada por los dos grandes protagonistas de las Cumbres hasta su retiro, es decir la participación de Fidel Castro y del Rey de España.
Carlos Malamud señaló que hoy América Latina está fragmentada políticamente, en bloques y dentro de los mismos bloques subregionales. Y que hay factores que han contribuido a ello:
- Multiplicidad de cumbres que se ha traducido en una fatiga de cumbres.
- Nuevas reivindicaciones políticas y subregionales.
- Proyectos alternos de integración.
- Emergencia de gobiernos de nuevo cuño político.
- Transformaciones en la escena internacional luego del 11 de septiembre
- El papel jugado por España en América Latina tras la ampliación de la Unión Europea de 15 a 28, así como el impacto del peso de la región en Europa; y por consiguiente el peso de España en Latinoamérica, y el peso de Europa en América Latina.
Aunado a lo anterior, comentó que si bien América Latina y España comparten valores civilizatorios, existe un problema cuando los gobiernos latinoamericanos ponen en duda su presencia en el mundo occidental y en su identidad con España.
Por ello, consideró que el tema es encontrar los mecanismos adecuados para relanzar la idea iberoamericana, ya que habrá que pilotar sobre otra pista porque un momento como el actual no tiene las mismas condiciones del pasado y pensar que se puede renacer sobre lo mismo es un sueño con una América Latina fragmentada.
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