Canciller de Costa Rica advierte de posible «generación perdida» por pandemia

Durante el conservatorio de cancilleres, en el marco del 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Rodolfo Solano, advirtió del peligro que corren los jóvenes iberoamericanos al haberse visto obligados a abandonar sus estudios por la crisis económica derivada del impacto de la pandemia.

Durante el conservatorio de cancilleres, en el marco del 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Rodolfo Solano, advirtió del peligro que corren los jóvenes iberoamericanos al haberse visto obligados a abandonar sus estudios por la crisis económica derivada del impacto de la pandemia.

«15 años después, ante la pandemia tenemos un reto principalmente en educación de los jóvenes, de aquellos que tienen acceso a educación virtual y los que no. Estamos a las puertas de un gran riesgo. Una generación perdida de muchachos que no han tenido oportunidades», aseguró.

El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica participó en un conversatorio de cancilleres para conmemorar los 30 años de Cumbres Iberoamericanas y del Día de Iberoamérica. El evento contó con la presencia de los cancilleres de España, Portugal, Colombia, República Dominicana y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.

Solano recordó que Costa Rica ostentó la Secretaría Pro Témpore en la XIV Cumbre Iberoamericana en 2004. Bajo el lema “Educar para progresar”, durante dicha conferencia de Jefes de Estado, se puso especial énfasis en la educación de los jóvenes de la región.

En otro momento, el canciller costarricense preguntó al resto de sus colegas «qué tipo de cumbres» se «requerirán» en el futuro, «de cara a la cuarta revolución industrial», «en el mundo de las redes sociales» y «que permitan a los ciudadanos una participación activa«.

Al respecto, recalcó que «necesitamos cumbres para la paz, para un mayor bienestar, para una mayor igualdad social, para un mayor compromiso económico y social, que garanticen la vigencia de los Derechos Humanos y su promoción efectiva».

Por último, el canciller afirmó que los compromisos manifestados en la I Cumbre Iberoamericana celebrada en México, en 1991, “requieren un refrescamiento». «Solo con esos compromisos podremos atender de forma seria, responsable, oportuna e inteligente las amenazas que juntos podamos acometer», subrayó.

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