Bajo el título América Latina, seguridad y democracia, el Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand, recordó ayer la necesidad de reivindicar el proyecto iberoamericano ante el nuevo orden mundial. Lo hizo en un coloquio, junto a la directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos y ex ministra Trinidad Jiménez, y el presidente del CORI y excanciller de Colombia, Guillermo Fernández Soto, durante un coloquio celebrado en Madrid para dar a conocer el último número de la revista Política Exterior, en el que Allamand firma un artículo que cuenta por qué importa la Comunidad Iberoamericana.
Allamand subrayó la voluntad de permanencia de una institucionalidad que da estructura y continuidad a un espacio de diálogo, concertación y proyección internacional de 22 países que operan juntos desde 1991, año de la I Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de Iberoamérica. Destacó también la singular forma de participación: horizontal y sin exclusiones hacer posible una cooperación diseñada por los países en la que se busca se constata que es mejor «navegar en convoy que en solitario», apuntó parafraseando al primer Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias.
Y ante las muy diversas amenazas para la seguridad y la democracia tanto regionales como globales, el camino -señaló Allamand- pasa por afianzar la Comunidad Iberoamericana: «Porque afianzar la Comunidad Iberoamericana significa, fortalecer a todos los países que la conforman y lograr que su presencia conjunta gravite para conjurar los actuales desafíos que enfrenta el mundo. América Latina debe aumentar su peso internacional para influir en el nuevo orden mundial», concluyó.
Ver todos los temas
