En reconocimiento a la Cooperación Sur-Sur como parte importante de la cooperación internacional para el desarrollo, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 12 de septiembre como “Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur” conmemorando así la fecha de 1978 en que la que se aprobó el Plan de Acción de Buenos Aires (PABA), un hito fundamental en la historia de la cooperación técnica entre los países en desarrollo.
Dicho Plan ha servido como instrumento para sintetizar muchos de los planteamientos políticos y conceptuales de los países en desarrollo, especialmente respecto de la necesidad de establecer un modelo más equilibrado de relaciones internacionales y de cooperación.
En este marco, durante 2019 se realizó en Argentina el PABA+40, la continuación del PABA de 1978, un gran encuentro internacional donde debatimos con países y organismos sobre el papel de la Cooperación Sur-Sur para cumplir con la Agenda 2030, y en esta ocasión quedó de manifiesto que Iberoamérica es la primera región del mundo que, en el marco de la Agenda 2030, vincula sus proyectos de cooperación con los ODS.
Dicha vinculación ha sido posible gracias al impulso que, desde hace más de 10 años, la Secretaría General Iberoamericana realiza para contribuir a fortalecer la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica y alcanzar así una fórmula de intercambio realmente positiva para el desarrollo sostenible de la región, con un modelo de cooperación horizontal, solidaria, voluntaria, de igual a igual y construida a partir del aporte y aprendizajes de cada uno de los países.
En este sentido SEGIB elabora anualmente desde 2007 el Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica, un documento de referencia a nivel global que a lo largo de estos años ha registrado más de 10mil proyectos de cooperación sur-sur y triangular desarrollados en nuestra región iberoamericana, funcionando como un instrumento de análisis sólido sobre la evolución de esta modalidad de cooperación y su orientación para el logro de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.
En este sentido, los proyectos de Cooperación Sur-Sur bilateral desarrollados por los países han servido como un medio de implementación efectivo para los ODS, arrojando varias conclusiones: las que se derivan de la clasificación de los proyectos según el principal ODS al que contribuyen y las que se obtienen de analizar y revisar el vínculo que los proyectos han creado entre los diferentes ODS.
Los resultados explican cómo la implementación de la cooperación sur sur en Iberoamérica ha significado un importante esfuerzo de acción colectiva, fundado en la solidaridad entre los miembros de una comunidad de países diversos y entre nuestra región y el resto del mundo. Se trata de una solidaridad basada en el respeto mutuo y en la premisa de que no hay país tan rico que no pueda aprender ni país tan pobre que no tenga algo que aportar.
Así, en este día internacional de la Cooperación Sur-Sur, reafirmamos nuestro compromiso para lograr el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de millones de personas en Iberoamérica y en el Sur global.
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