La igualdad de género en la gestión de la crisis del COVID-19 en Iberoamérica

Con el coronavirus, las brechas de género que ya existían se han agravado. La brecha es económica, educativa, en materia de cuidados; se manifiesta en la violencia de género. Por eso, cualquier iniciativa para salir del Covid-19 debe tener en cuenta la participación de las mujeres.

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Este lunes 25 de Mayo se llevó a cabo el seminario virtual “Diálogos con Iberoamérica para vencer al COVID-19: La igualdad de género en la gestión de la crisis”, organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación Internacional del Gobierno de España.

El objetivo de este encuentro fue propiciar un espacio de diálogo entre los países iberoamericanos y abordar las medidas implementadas en distintos países para mitigar el impacto del COVID-19 desde una perspectiva de género.

En esta ocasión, compartieron sus experiencias la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan; la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya; la vicepresidenta de Colombia, Martha Lucía Ramírez; la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell; la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez; la ministra de Igualdad de España, Irene Montero; la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres de México, Nadine Gasman; la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Asa Regner; la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Maria Noel Vaeza; y moderó el diálogo la secretaria de estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe de España, Cristina Gallach.

Todas coincidieron en la importancia de reforzar las políticas en materia de igualdad de género ante esta crisis.

“Con el coronavirus, las brechas de género que ya existían se han agravado. La brecha es económica, educativa, en materia de cuidados; se manifiesta en la violencia de género. Por eso, cualquier iniciativa para salir del Covid-19 debe tener en cuenta la participación de las mujeres”,  expresó la canciller española Arancha González.

Por su parte, la secretaria Grynspan recordó que “el 75% del personal de salud son mujeres”, añadiendo que “preocupa que en las medidas de desescalada no se tenga en cuenta la conciliación, de modo que las mujeres sean las que más abandonen sus trabajos o sean despedidas. También nos preocupan sobremanera las mujeres que están en la informalidad, las que estaban trabajando en micro y pequeñas empresas. ¿Están recibiendo ayudas? ¿Cómo se van a reincorporar a sus tareas?”.

La vicepresidenta costarricense, Epsy Campbell hizo énfasis en la necesidad de “aprovechar esta crisis para tomar importantes decisiones que nos ayuden a dar un salto cualitativo en la igualdad de género”, y la vicepresidenta colombiana subrayó que “hay que ser muy cuidadosos y responsables para que esta pandemia y sus secuelas no vayan a generar un mayor retroceso para las mujeres” comentando que en Colombia “queremos que la reconstrucción del aparato productivo se haga con participación de las mujeres y con condiciones de apoyo a mujeres empresarias y rurales”.

Asimismo, la mexicana Nadine Gasman expresó que “tenemos que crear una nueva normalidad con la igualdad de género en el centro”. “La pandemia de COVID-19 es un desafío enorme para las mujeres y en particular para las que están en situación más vulnerable: indígenas, afrodescendientes, mujeres rurales y con discapacidad”.

Por su parte, la ministra española Irene Montero expresó la necesidad de impulsar políticas públicas que dignifiquen los cuidados. “Los cuidados son un vector de desarrollo social, democrático y económico que debemos visibilizar” agregó, y la ministra argentina, Elizabeth Gómez, reconoció que “se está produciendo una fuerte reorganización del trabajo de cuidado, que puede terminar en una crisis de los cuidados”.

Igualmente, Maria Noel Vaeza de ONU Mujeres, abogó por reconocer, reducir y redistribuir el trabajo no remunerado de las mujeres. “Cuidar es un trabajo, cuidar no es gratis” añadió, recordando que “la economía de cuidados representa cerca de un 15% del PIB en América Latina”.

“El 2020 sería el año de celebración de los 25 años de Beijing” recordó Asa Regner de ONU Mujeres, agregando que “el COVID-19 cambió los planes, pero el liderazgo de las mujeres debe salir fortalecido de esta crisis. No hay espacio para retroceder en sus derechos”.

Finalmente, la secretaria Grynspan concluyó expresando que “la nueva normalidad debe ser mejor, no debe significar retrocesos en los derechos de las mujeres. Hoy es cuando tenemos que estar del lado correcto de la historia”.

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