El diario Reforma y la Oficina de la SEGIB en México organizaron el miércoles 12 de mayo un homenaje al escritor y periodista Tomás Eloy Martínez, bajo la coordinación de Homero Fernández, director del área de cultura del periódico,y Manuel Guedán, director de la Oficina de la SEGIB.
Intervinieron la periodista de El País, Soledad Gallego; la periodista de CNN, Carmen Aristegui; el escritor mexicano, Juan Villoro, y la escritora y profesora de la Universidad de Boston, Alicia Borinsky.
Soledad Gallego, definió la filosofía de Eloy Martínez, con sus propias palabras: “el periodista tiene la obligación de ser fiel a la verdad, a los lectores y a sí mismo, mientras que el novelista solamente tiene que ser fiel a sí mismo”. Destacó la gran generosidad de Eloy Martínez, al que molestaba la expresión “prefiero a un hombre malo pero inteligente que uno bueno pero tonto” porque pensaba que era una asociación perversa unir maldad e inteligencia y bondad con tontería.
Por su parte Villoso afirmó que fue un “magnífico escritor que se expresó primero a través de la no ficción y luego transitó a la ficción, mezclando recursos de ambos géneros y beneficiándose de los vasos comunicantes de la narrativa imaginada y de la que surge del testimonio”.
Carmen Aristegui destacó que el escritor vivió el exilio como una pena de muerte “fue un argentino sufriente que llevó a su obra su condición de exiliado” y Alicia Borinsky, gran amiga comentó que “jugaba con la autoridad que le daba el periodismo para crear una verosimilitud que iba más allá de los hechos. O mejor aun, se adentraba en los hechos para otorgarles una elocuencia que las tergiversaciones de los políticos enmudecían”.
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