La Cámara Española de Comercio en la República Argentina (CECRA) convocó el 26 de mayo a más de 300 empresarios españoles y argentinos, así como a destacadas personalidades de la política nacional e ibérica, en el almuerzo de homenaje al Bicentenario, realizado en la Ciudad de Buenos Aires.
Guillermo Ambrogi, presidente de CECRA, destacó la adhesión de la institución a los festejos del Bicentenario, que congregó a millones de argentinos “en actos memorables y tan destacados como la reapertura del Teatro Colón”. También resaltó “la permanencia de la inversión española en la Argentina, la cual asciende a 60.000 millones de dólares, representa el 12% de la recaudación tributaria nacional total y genera 300.000 puestos de trabajo”. Acto seguido, dio paso a Enrique V. Iglesias, quien también alabó “la madurez manifestada por los argentinos en esta conmemoración del Bicentenario, caracterizada por la convivencia pacífica”.
Durante su disertación, el Secretario General Iberoamericano aseguró que la crisis internacional “puede ser una gran oportunidad para América Latina”. Basó su proclama en dos pilares: que la región “ha aprendido a manejar la macroeconomía” y que “cuenta con la previsible sostenibilidad del precio de las materias primas”. “Ambos aspectos son el punto de partida para apuntalar la fortaleza de América Latina, considerando otros factores necesarios como el fortalecimiento de los recursos humanos, el desarrollo de las infraestructuras, la tecnología, la innovación y la solidez de las instituciones”, detalló.
“América Latina, que salió de la crisis sin pasar por la recesión, tiene un enorme potencial para que España y otros países salgan de la crisis. Sirva de ejemplo la interacción de la inversión española con los diversos sectores productivos de Latinoamérica: han logrado muchas cosas juntos aprendiendo a negociar”, dijo.
Enrique V. Iglesias vislumbró diversos efectos de la crisis internacional en tres ámbitos principales: el económico, el social y el de las relaciones internacionales.
En el ámbito económico, “crecerá el rol de los países emergentes y, por primera vez, se habla de una salida de la crisis a dos velocidades: la lenta de los países del Norte, y la más ágil de los del Sur”, comentó.
Con respecto a la fase en la que se encuentran las economías del Norte, detectó “ciertas mejoras”, advirtiendo que “hay mucho por hacer”. “Están entrando en una fase de crecimiento lento, pero sin visos aún de generación de empleo”, evaluó. Poco después, hizo notar “la novedad que supone para Europa la volatilidad”, así como “el ánimo depresivo con el que se está viviendo” la crisis. Puso sobre la mesa “la lenta y poco coordinada reacción de Europa” para encarar la situación, e hizo un llamado para que la Unión Europea (UE) acompase la toma de decisiones y no olvide que sí se va a salir de la crisis.
Retomando su análisis de los efectos de la crisis, abordó el ámbito social. Iglesias –quien presidió durante 17 años el Banco Interamericano de Desarrollo y lleva desde 2005 al frente de la SEGIB–, pronosticó “un fortalecimiento del papel de la sociedad civil y de la presencia del Estado, en detrimento del rol que venían protagonizado los mercados”.
En el área de las relaciones internacionales, previó “una mayor distribución del poder económico de las potencias emergentes”.
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