Palabras de la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan

La XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno se celebró en Cartagena de Indias, Colombia, el 28 y 29 de octubre de 2016. El éxito de esta Cumbre no habría sido posible sin el liderazgo, el compromiso y el incansable esfuerzo de la Presidencia de la República de Colombia, la Cancillería colombiana y la Secretaría Pro Tempore. Para la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) fue un verdadero privilegio trabajar al lado del gobierno colombiano en la organización de esta Cumbre.

Nuevamente agradecemos al Presidente Juan Manuel Santos, a la Canciller María Ángela Holguín y a todo su equipo por el trabajo realizado. Esta fue la primera cumbre que se realiza bajo el nuevo formato bienal, lo que significó un intenso proceso de preparación a través de múltiples actividades, reuniones sectoriales y foros a lo largo de los últimos dos años. Gracias también a los 22 países que integran la Conferencia Iberoamericana por su compromiso infranqueable, demostrado a través de la intensa participación en todas las actividades durante este período. Gracias, finalmente, a los organismos iberoamericanos, que actuaron en estrecha coordinación con la SEGIB en sus distintas áreas de competencia.

Dos factores coincidieron en dotar a la Cumbre de Cartagena de un carácter excepcional: el 25 Aniversario de las Cumbres Iberoamericanas y el histórico proceso de paz en Colombia, que sirvió de telón de fondo del encuentro y de todas las conferencias, foros y reuniones previas y paralelas.

Tras una trayectoria de un cuarto de siglo, las Cumbres Iberoamericanas se confirman como un invaluable espacio de diálogo y concertación política, un espacio que permite generar confianza, construir sobre las coincidencias y buscar acuerdos en los temas que más interesan a nuestros gobiernos y a nuestra ciudadanía. Todos los países iberoamericanos estuvieron presentes en la Cumbre de Cartagena y participaron activamente en el debate. Además, nos alegró contar con la presencia de los observadores consultivos y asociados de la Conferencia Iberoamericana, y demás invitados especiales. En particular nos honró la participación del Secretario General designado de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, en su primera aparición internacional tras su designación.

Un logro que merece ser mencionado es la disciplina y compromiso que mostraron los gobiernos de la región al mantener el enfoque en torno al tema de la Cumbre, “Juventud, Emprendimiento y Educación”. Como dijimos muchas veces, Iberoamérica tiene hoy la generación joven más numerosa, más educada y más exigente de su historia, una generación capaz de transformar a la región desde el talento, el conocimiento y la innovación. Todas las actividades previas y paralelas de la Cumbre abordaron este desafío desde sus respectivas esferas: desde la salud hasta la empresa, desde la cultura hasta la ciencia y la tecnología, recibimos invaluables insumos para adoptar una agenda regional coherente, que ayuda a orientar nuestras acciones hacia el empoderamiento y la creación de oportunidades para nuestros jóvenes.

Las Cumbres Iberoamericanas son la culminación de un proceso de dos años. En ellas se presentan los resultados en la implementación de los mandatos recibidos en Cumbres anteriores, y se traza la ruta a seguir en los años por venir. En esta ocasión, nos complació reportar sobre los avances en la implementación de los mandatos de la Cumbre de Veracruz, incluyendo la conclusión del proceso de renovación de la institucionalidad iberoamericana, así como la puesta en marcha de iniciativas de cooperación de gran alcance, como el lanzamiento del Canal Iberoamericano, la creación de Campus Iberoamérica y la consolidación de los laboratorios de innovación ciudadana, que impulsa la SEGIB.

En esta publicación se incluyen los documentos emanados de la XXV Cumbre Iberoamericana, que a partir de ahora integran los mandatos que rigen nuestra labor institucional: la Declaración, el Programa de Acción y la Resolución de Cartagena, así como el Pacto Iberoamericano de Juventud. También se incluyen los 14 Comunicados Especiales que los gobiernos aprobaron en torno a distintos temas de importancia regional, entre los que destaca el respaldo unánime de la región al proceso de paz en Colombia, según un texto presentado por México.

En adición a lo anterior, se presentan aquí los documentos emanados de las Conferencias Ministeriales y demás reuniones preparatorias, celebradas en el marco de la Conferencia Iberoamericana, así como de otros encuentros iberoamericanos en distintas áreas temáticas.

Finalmente, se incluye un resumen de los principales documentos aprobados en torno a la Cooperación Iberoamericana: el Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana PACCI 2015-2018; el Manual Operativo de los Programas, Iniciativas y Proyectos Adscritos de la Cooperación Iberoamericana, y un documento sobre la planificación y lineamientos para la elaboración del Programa Operativo Anual 2017.

Todos estos documentos transmiten la visión de una Iberoamérica consciente de los retos del futuro y dispuesta a enfrentarlos como región unida en la diversidad. Una Iberoamérica que le apuesta a la educación, a la cultura, a la innovación, a la ciencia y la tecnología, aprovechando el talento joven y creando oportunidades reales de movilidad social.

Esa es la región que estamos construyendo y la dirección en la que avanzaremos los próximos dos años, rumbo a la XXVI Cumbre Iberoamericana en la ciudad de Antigua, Guatemala, en el año 2018.

Rebeca Grynspan Secretaria General Iberoamericana