El III Congreso Iberoamericano de la Cultura se clausuró el 4 de julio con un acuerdo para el fomento musical tras cuatro días de conciertos gratuitos, talleres y conferencias que convirtieron a la ciudad colombiana de Medellín en “una gran caja de música”.
Como ya señaló el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, en su discurso de inauguración, “resulta de especial importancia que el III Congreso Iberoamericano de Cultura, se celebre en Medellín, Colombia, una ciudad y un país que han venido demostrando que la incorporación de las políticas culturales como eje trasversal en las políticas públicas da resultados tangibles”.
Iglesias resaltó también la importancia del diálogo cultural Iberoamericano, recordando que uno de los considerandos de la Carta Cultural Iberoamericana dice que “el ejercicio de la cultura, entendido como una dimensión de la ciudadanía, es un elemento básico para la cohesión y la inclusión social, ya que genera al mismo tiempo, confianza y autoestima no sólo a los individuos, sino también a las comunidades y naciones a las cuales pertenecen. Desde esa perspectiva, la cultura es clave para el desarrollo del tejido social; sin el cual, la política, la economía y las políticas para el desarrollo, carecen de objetivo”.
El encuentro concluyó con la firma de un acuerdo que fomentará las músicas de la región y el anuncio de que la ciudad argentina de Mar del Plata organizará la siguiente edición del Congreso en mayo de 2011, en el que la temática ya no será la música, sino el lema “Cultura, política y participación popular”.
El secretario argentino de Cultura, Jorge Coscia, anunció que en el marco del próximo congreso se celebrará el Mercado de Industrias Culturales de Argentina (MICA), con el objetivo de generar negocios, intercambiar información y presentar su producción a los principales referentes de todo el mundo.
Los encargados de las políticas culturales de varios países iberoamericanos se comprometieron además con la firma de la Declaración de Medellín, que plantea un “Acuerdo para el Fomento de las Músicas Iberoamericanas”, que se validará en diciembre durante la XX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Mar del Plata.
Los acuerdos a los que llegaron los encargados de la cultura están enmarcados en esa declaración de nueve puntos, entre los que se destaca la creación de un Fondo Iberoamericano de Cooperación para la Música, cuyo diseño y funcionamiento fue asumido por México, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entre los acuerdos logrados también figura el desarrollo de una agenda de músicas iberoamericanas, con instrumentos y propuestas concretas para 10 años.
Asimismo, el documento firmado recomienda a todos los países el diseño y ejecución de planes y políticas nacionales de música que garanticen una efectiva participación ciudadana. Además, trabajar de manera coordinada en la conformación de un portal de músicas iberoamericanas que integre sistemas de asociación públicos y privados, teniendo en cuenta experiencias ya existentes.
El punto final del encuentro cultural lo dieron los españoles Rosario y Antonio Carmona, los mexicanos Zoé y el argentino Fito Paez, con un concierto que cerró los espectáculos musicales gratuitos en la madrugada de este domingo.
El III Congreso Iberoamericano de la Cultura contó con la participación de unos 250 expertos de 22 países y 8.000 asistentes que participaron en talleres, conferencias, mesas redondas, conciertos y el primer Mercado Cultural de Medellín, bajo el lema “Las músicas de Iberoamérica del siglo XXI”.
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