En el marco del 60º Aniversario de la Asociación de Dirigentes de Empresas del Uruguay (ACDE), el secretario general iberoamericano, Enrique V. Iglesias pronunció una conferencia sobre el tema “Realidad económica y social del mundo de hoy y sus perspectivas”
Señaló que el mundo ha tenido luces y sombras. Entre las primeras destacó el crecimiento mundial de los últimos 30 años, la innovación y el desarrollo tecnológico, que no hubieran sido tales sin la globalización. Respecto a las segundas, identificó la desigualdad que genera desempleo en jóvenes y adultos mayores de 50 años, quienes en caso de perder su empleo posiblemente no obtengan otro debido a la fuerte competencia provocada por las generaciones más jóvenes y mejores preparadas; el tema de la violencia, que se ha ensañado especialmente en América Latina y la corrupción, que continúa presente, desarticulando economías, sociedades e instituciones.
Por otra parte, la crisis iniciada en el año 2007 ha sido una crisis muy asimétrica. Si bien no hay una conciencia clara de cómo salir de ella, se sabe que la nueva economía estará basada fundamentalmente en el crecimiento de los servicios, impulsados por la tecnología y la ciencia, y en una clase media en expansión que constituye un gran activo.
Con relación al sistema de relaciones internacionales, dos tercios de la economía mundial es hoy de los países emergentes; y se está además asistiendo a la transferencia del poder económico mundial más grande de la humanidad, desde Occidente a Oriente.
Se preguntó cómo salir de este mundo en crisis a la luz de las dificultades que está demostrando la Unión Europea. Lo urgente es resolver el tema financiero, lo cual requiere una mayor intervención del Banco Central Europeo y también la utilización del Banco Europeo de Inversiones para inyectar crédito.
Con relación a América Latina, señaló su espectacular crecimiento, donde sobresale Brasil como potencia emergente. El alza de las materias primas va a perdurar por algún tiempo más y se debe aprovechar esta realidad. Para ello, concluyó que América Latina tiene batallas pendientes como son la productividad y la eficiencia a través de la educación, pero con una educación de calidad; así como flexibilizar los procesos de integración latinoamericana.
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