Durante todo el día de ayer y de hoy (7 y 8 de junio), tuvieron lugar en Bruselas las Jornadas Europeas de Desarrollo #EDD17 organizadas por la Comisión Europea.

El objetivo fue reunir a la comunidad de desarrollo para intercambiar y compartir ideas y experiencias que sirvieran de inspiración para generar nuevas alianzas y soluciones innovadoras al reto más acuciante del mundo, el desarrollo de nuestras regiones.

Al evento asistieron más de 8000 personas, y la Secretaría General Iberoamericana SEGIB fue la única organización hablando sobre América Latina y el modelo de cooperación iberoamericana que está generando un gran interés en la comunidad internacional.

Participamos con un stand sobre “Cooperación Iberoamericana: un modelo único, horizontal e integrador” sobre el cual Martín Rivero, coordinador del Espacio de Cohesión Social y Cooperación Sur-Sur de SEGIB, realizó una breve presentación a los asistentes explicando cómo una cooperación voluntaria, solidaria, adaptada a las necesidades de los países apoya los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por su parte, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, participó en dos sesiones a lo largo de las jornadas. En la primera jornada participó en una sesión titulada «Empoderando a la juventud para los Objetivos de Desarrollo Sostenible» donde pidió «más espacios para que el talento, la creatividad y energía de la juventud ayuden a mejorar el mundo».

Durante la segunda jornada, la Secretaria General hizo parte de un panel titulado “Desarrollo hoy: ¿los países de renta media lideran el camino? Una mirada a la Cooperación Sur-Sur” junto a Mario Pezzini, Director de la OCDE; Maria Dolores Agüero, Canciller de Honduras y Silvia Flores, joven líder de Perú.

«La cooperación al desarrollo es más que financiamiento, implica diálogo, alianzas, afrontar el futuro juntos» resaltó la Secretaria, apuntando también que «ningún país en Iberoamérica es tan rico que no tenga nada que aprender, ni tan pobre que no tenga nada que enseñar», y cerró la sesión destacando que «la sostenibilidad del esfuerzo depende también de la sociedad civil».